Desde Galicia con amor.

Este año me he propuesto recorrer la piel de toro antes que salir rumbo a otros destinos continentales. Tenemos conciencia de que salir de vacaciones a otros países queda como mas chic...

Nada más lejos de la realidad.

A medida que pones rumbo a cualquier punto de España notas cómo la imagen de la misma se despliega en la mente, desde una memoria de estudiante. Ríos, pueblos, ciudades, montañas, climatología, etnología, gastronomía... todo se vislumbra de forma clara y precisa, y te preparas a empaparte de toda aquella cultura que duerme los sueños de los vivos. Te vas empapando de esa raza celta con sus runas de piedra de manos temporales; esas runas que los viajeros del tiempo...-peregrinos les llaman-, ...transforman el ambiente dejando su impronta... Pequeños montículos de piedras planas y labradas, en forma de tótem, comunican el paso de esos viajeros hacia el Campo de las Estrellas, Compostela, donde yace el objeto de su visita. Lugar de embrujo donde bueyes se negaron a caminar y dejaron la carga que debía ser enterrada en aquel lugar. Santiago. Entre sus discípulos Atanasio y Teodoro. 

¡Empieza a conocer tú país y te enriquecerás cuando hables de él!

Es verdad que los viajes tienen un toque de angustia.., cansancios..., imprevistos..., que se han de vivir y concienciar... Y que te hacen meditar...

Todo lo demás son experiencias que rebosan el alma y benefician el espíritu. 

Y esto es lo que tiene nuestra querida patria...: lugares de ensueño, fotos de recuerdos hermosos y pazos con morriña... Nubes de llanto fácil, faldas de bellos contrastes y puestas de sol de pecado... 

Recomiendo visitar nuestro legado..., antes que cualquiera, otro, pensado...