ahora resulta que aquello que habían firmado el Pp y Psoe, Pons y Bolaños, entre risas, apretones de manos y amiguismo fueraborda, sobre la CGPJ, resulta que ninguno de los dos responsables sabe lo que estaba escrito. Cada uno de los abajo firmantes para la renovación del Consejo General del Poder Judicial parece ser que han leido cosas distintas y firmado otras. No tiene nada que ver lo que dice Pons sobre el acuerdo, a lo que dice Bolaños sobre el mismo. Esto es lo nunca visto. Nadie en su sano juicio firma lo contrario a lo que ha firmado el otro, cuando se trata de un acuerdo. ¿Qué tipo de acuerdo es al que han llegado, después de dos años de tiras y aflojas, entre Pons y Bolaños, para no saber lo que han firmado? Se confirma la teoría de cuerdas, en las que un contrario se alía con el otro contrario, para ser menos contrarios. Así hasta cuarenta años dando por el culo el PpPsoe engañando a los españoles haciendo como si hicieran algo. Y, claro que lo estaban haciendo, tapándose los delitos de robo, malversación, tráfico de influencias y delitos que aún no están estipulados en el Código Penal. No me extraña que hayan tenido que hacer un acuerdo entre PpPsoe para legalizar la amnistía porque si no hubiera sido así, entre los detenidos entre un bando y otro, se hubieran llenado los penales en España. Y nosotros, los sufridos españoles, llorando por qué le pasará al presi y a su esposa imputados. Y qué le pasará al jefe de la oposición por lo mismo. Acadabrante.
Cuando lo realmente acadabrante, fue el espectáculo singular que representaron Pons y Bolaños. Es que no me canso de escribirlo porque no se muy bien si es para mentalizarme, porque no doy crédito, de ese hecho trascendente. ¡Dos amigos para siempre!
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