Mierda, está de moda.

si cuando estan juntos todos los días en el Parlamento y sitios de gozo y desparrame... no sé qué pasará cuando se vayan de vacaciones. El montonazo de cartas que se van a enviar en verano va a servir a correos para suber el caché que está perdiendo. Lo bueno de correos es que ha empezado a contratar a gente que no sabe escribir y te cuesta contratar a un intérprete si quieres llegar a tiempo a cumplir con la ley. 

No sé que gusto le están cogiendo a enviarse cartas que nos tienen con la mosca detrás de la oreja. Nunca se han enviado correspondencia escrita... porqe muchos de ellos no saben escribir y menos leer, claro... una modalidad de cómo cogerle gustillo y no hacer uso de los parlamentos, ¿para qué?

Me pregunto si habrá alguno que dentro de la mojigatería que se gastan se pondrán corazoncitos y besitos varios, cuando se despidan, a pie de página. En eso hay que reconocer que Sánchez ha tenido una idea que está haciendo furor dentro de las formaciones políticas españolas. Si siguen así se va a poner de moda en los mejores parlamento de los países más sofisticados del socialcomunismo.

Dará gusto recibir cartas de Xi Jinping a Sánchez en chino mandarín. Nos vamos a tener que traer al buda para que nos traducta los geroglifos que hacen los escribas con los pinceles de pelo de cerda madre.

La verdad que los políticos necesitan irse de vacaciones porque no paran de gritarse y llamarse de todo. Tan es así que a la par que han puesto de moda la carta de toda la vida... Ahora, Doña Tucán ha puesto en escena la palabra <<mierda>> tan común en el parlamento español. Pues con la palabra tan rebuscada en el diccionario español se ha sumado la mayoría de los socialistas porque la palabra tiene mucha empatía para lo que ellos hacen.

En fin;

yo tengo mucha alegría de que hayan encontrado el método para congratularse y que eviten tener que buscar palabras más ñoñas en el lenguaje político. Llamarse mierda uno a otro relaja y da conocimiento y reseña positiva a quien la recibe.

 

Aquí presentamos a Bolaños, figura de la gran disnastía Ming. Ahora solo nos queda que le forren de cerámica.