jueves, 16 de noviembre de 2017

qué podemos esperar

de una comunidad española que está a rebosar de yihadistas. Volvemos a anotar -en este blog- la cifra de yihadistas que acampan por Cataluña: 800.000. De ellos, 300.000 rondando por las demás comunidades sin que nadie tenga conocimiento de sus intenciones. Recordemos que todos ellos y el Imán, estaban bien alimentados gracias a las donaciones de las Arcas del Estado, por el propio Montoro: conocedor del destino, de las mismas.
Cuando el atentado de Barcelona, dijimos que no había que buscar fuera lo que estaba dentro de las cloacas del gobierno catalán. Dos horas antes del vil atentado, un Mosso d´Escuadra, se puso en contacto con el terrorista-yihadista Younes Abouyaaqoub, para que perpetrara el atentado. Personaje responsable de la muerte de 14 personas en las Ramblas. 
Curioso que, dos días después del atentado, Abouyaaqoub, moría a balazos por los mismos Mossos que "activaron", su actuación. 
Me pregunto, ¿cómo la CIA y la SVR, rusa, sabían del complot interno del Ministerio del Interior catalán; como que derivaría en un autoatentado con visos a quebrar la "estabilidad" del PP, en la implantación constitucional en esa comunidad?
Realmente, el PP, está tocado de muerte por una parte como cómplice necesario en la independencia catalana, y por otra... la influencia de Trump, y la presión de Rusia. A Trump no le agrada la entrada de Rusia, hacia Europa, por la Comunidad Catalana; a Rusia le encantaría tener a Trump como vecino territorial. España sería el campo de batalla  de ambas potencias. Ellos ganarían y los españoles, perderíamos. Así de sencillo. 

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