viernes, 3 de noviembre de 2017

no me lo podía creer

era algo superior a mis neuronas. 
Que la juez Carmen Lamela haya decretado prisión sin fianza para Junqueras, el gabacho, me llena de orgullo y satisfacción. Él, que pensaba que por sus orígenes de sangre gabacho-francés, iba a quedar impune del trullo. No siendo así, ha lanzado improperios contra la justicia -que ellos se saltaron-, y sobre el gobierno -al  que han insultado un día sí, y el otro también. 
Estoy hasta el gorro de escuchar tanto improperio y mentira, contra quienes les ha dado -con paciencia- tiempo de enmienda. Pues siguen erre que erre machaconamente y amenazando.
Lo que creo le pasa a Junqueras es que echa de menos a su jinete de batalla. Al niño malo que se sube a su chepa y le hace trotar al son del segador. Yo les pondría en la misma celda para que se contaran la batallita del 34, que  les salió como la de ahora. Yo les pondría en la misma trena para que se deleitaran con aquellos días gloriosos que no han tenido. Me gustaría ver a Junqueras llorando como una fuente de dos caños, contrapuestos al pilón principal. Porque Junqueras no es bizco, es un águila bicéfala del emblema masón.
Debe ser muy rentable todo el follón que están provocando en Cataluña. Los gobiernos ruso e israelí... deben de pagar muy bien a los golpistas del mundo mundial. 
Esta mañana, alguien en la radio, hacía este comentario que no es nuevo para nosotros, dado que ya lo comentamos en otro post. Rusia y los judíos sionistas están al tanto de los sucesos acaecidos en Cataluña; sujetos a los mostrencos que gobernaban la comunidad. 
Traidores a la patria por dinero y  con deshonor.

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