“Ando igual, eso sí”, ha declarado el presunto adúltero
La extraordinaria y conocida
habilidad del obispo de Mallorca, Javier Salinas, para mover la lengua
dentro de las mujeres más adineradas de la isla balear podría ser una de
las pruebas definitivas para que el Vaticano se decida a apartar de la
diócesis al presunto adúltero y destinarlo a uno de los clubs de
carretera de la provincia.
“Monseñor no besa, hace coreografía de
fluidos”, señalaba una de las millonarias isleñas que tuvo “la suerte”
de comulgar habitualmente en la parroquia donde el obispo acusado estuvo
ejerciendo durante varios años. “No creía que la idea de Dios pudiera
ser tan húmeda hasta que conocí a Javier”, señala otra de las
acaudaladas señoras.
Al parecer, no han sido solo los andares
cinematográficos del obispo, o su singular destreza con la “sin hueso”,
como gusta de llamar a la lengua el propio investigado, lo que ha
provocado la llamada a consultas desde Roma. Su virtuoso “salto del
tigre piloto”, maniobra sexual que se inicia desde armarios roperos de
más de tres metros de altura, su controvertido y arriesgado “75”, que
según las habladurías consiste en un 69 pero con seis cabezas más,
electrodos y dos pastores alemanes, además de la mujer millonaria, o el
“Vía Crucis”, una suerte de coito que se realiza en catorce movimientos
diferentes mientras se asciende una pequeña colina, son también algunas
de las posturas que corrían por los pasillos de los arzobispados y que
todos los aficionados coinciden en atribuir al obispo de Mallorca.
La dispensa papal ha sido bien recibida
entre el clero, a pesar de que algunos animales muy atractivos, como las
vacas, los caballos y las avestruces, han quedado fuera del permiso
eclesiástico especial. “No hemos querido incluir a las grandes bestias
por un simple motivo de seguridad, nada más”, ha dicho el presidente de
la Conferencia Episcopal Española. “He visto párrocos con la cabeza
abierta por un picotazo de avestruz demasiado remilgado”, añadió el
arzobispo.
La medida, sin embargo, ha causado un
enorme revuelo, sobre todo en las granjas de avicultura intensiva en las
que el stress habitual que sufren las gallinas podría verse ahora
aumentado con la visita de los obispos. “No puedo tener a una gallina
intentando poner un huevo mientras hay un cura restregándole el pene por
la cresta”, ha declarado el representante de la Asociación Asturiana de
Ponedoras. “Si cojo a un cura mirando a uno de mis patos le pego una
hostia que lo vuelvo a ordenar sacerdote pero de verdad”, señala otro de
los empresarios del sector.
Ante el rechazo de los granjeros a las
visitas de los religiosos, el Vaticano se está planteando recomendar a
las diferentes congregaciones españolas de monjas que habiliten espacios
adecuados para la cría de patos, gallinas, conejos, pollos, faisanes y
codornices, además de una sala “vis a vis” donde los clérigos pudieran
desfogarse con higiene.
PP, PSOE y Ciudadanos coinciden en
apoyar la iniciativa del Vaticano y piden “un poco de humanidad” a los
patos y “menos pudor” a las gallinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario