martes, 29 de diciembre de 2015

la educación de Carmena

La señora Carmena ha estudiado donde otros muchos lo han hecho antes. Un lugar donde te dan un papel porque has asistido o porque has hecho trampa y has podido trajinarte al profe. Lo cierto es, que de un tiempo a esta parte, se vienen viendo en estos personajes una cierta disponibilidad a darles el oro al moro. Al menos, Juanca y Felipe, se lo vendían...; a no ser que el dinero que saca la susodicha individua venga -como a los de Podemos-, de los moros, judios, árabes etc. El caso es que la Iglesia Católica, la del papa Francisco, no convence a los de izquierdas y sí, les convence, las otrora religiones, que, por cierto, salen del mismo lugar que el catolicismo. Si sabemos de leyes -aunque poco-, y si no sabemos de religión porque se nos ha inculcado que es malo saber algo de historia de aquellos que sí creían, podemos llegar a gestionar a religiones, sociedades, y el mapa del clítories de las andinas mujeres. Como el dinero no es de propia procedencia... -ya dijo la socialista Carmen Calvo Poyato: estamos manejando dinero publico, y el dinero público no es de nadie-;...nos podemos permitir el lujo de donarlo a todo aquél que venga, menos, a los que lo han sudado. Y nos quedamos tan anchos, largos y patidifusos. Los chinos no devengan gasto alguno en compras o impuestos a España; sólo se han permitido comprar la deuda pública española con el dinero negro que han generado en nuestro país y encima, ahora, vamos y les donamos 150.000 euracos para sus fiestas del Dragón Rojo. Me pregunto: ¿La señora Carmena acudirá a las celebraciones musulmanas (Ramadán), chinas, etc. que recorran las calles madrilemas y se otorguen en las sinagogas? Si la respuesta fuera sí, estaría en desigualdad con la católica; y lo que ella pretende es: equipararlas a todas. Me gustará saber en qué termina todo el embrujamiento que padece la señora Carmena. A mí y para mí, que, está señora, está al borde de un ataque de nervios o chochea mentalmente y vaginalmente. Y, digo: ¿por qué no negárseles a todas, en vez de donarles ese capital? ¿No existe un 29 % de la población española que pasa hambre? Depositemos en alimentos ese capital para paliarlo...; el hambre. No se hace porque de ese modo siempre hay un poquito que se escapa de la trayectoria por la que empieza, y, termina, en compras de lustrosos apartamentos. ¡Aquí, el que no corre vuela!

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