Los dos pertenecen a la misma generación y tienen
una edad muy semejante: Alexis 40 años (28-7-1974) y Pablo 36 ( 17-10-1978). Alexis nació cuatro días después del final de la
llamada “Dictadura de los Coroneles” (1967-1974), mientras que Pablo lo hizo,
sólo dos meses antes de que se aprobase la dictadura constitucional con la que
se nos hizo creer que se enterraban las estructuras franquistas. Ambos fueron militantes comunistas en su juventud,
Pablo, en la Unión de Juventudes Comunistas de España (rama juvenil del P.C.E.)
y Alexis en las Juventudes del Partido Comunista Griego E.K.K. Ambos poseen formación universitaria y ambos dieron sus primeros
pasos en la Política en los círculos estudiantiles más reivindicativos, Alexis como
miembro del Consejo Central de la Unión Nacional de Estudiantes de Grecia (EFEE
1995-1997) y Pablo participando en los Movimientos Anti Globalización que desembocaron en el Movimiento 15 M. Syriza, el partido de la
Izquierda Radical de inspiración comunista, despegó electoralmente en 2004,
mientras que el “Podemos” de Pablo lo hizo en las legislativas europeas de 2014
tras el embrión del 15 M, fenómeno social acontecido en 2011; ambos han sido o
son eurodiputados El 15 de noviembre de 2014,
ocho meses después de fundar la formación (11-3-2014), Pablo Iglesias fue
proclamado secretario
general de su partido, mientras que Alexis lo fue tras las elecciones de junio de 2012, ocho años
después de la fundación de Syriza. Ante estas
sorprendentes afinidades cabe hacer no pocas preguntas: ¿se trata es un
fenómeno espontáneo la meteórica irrupción de estos dos jóvenes líderes
políticos, ambos antiguos militantes comunistas, en las arenas movedizas del
martirizado Sur europeo masacrado por la crisis económica provocada por las
élites?¿Representarían
una nueva jugada maestra de la ingeniería social dominante, para concentrar y
controlar el enorme torrente de ilusión generado por la desesperanza y la
indignación de gran parte de la población ante unas estructuras que necesitan
reinventarse para seguir sometiendo a los pueblos a la esclavitud hasta
convertirlos en “seres nada” o. serían por el contrario, un soplo de aire
fresco en medio de esta putrefacción sistémica aun sabiendo de lo que son
capaces las élites cuando algo o alguien no les gusta, incluido el asesinato o
los golpes de estado?¿Podrían ser
Pablo y Alexis dos nuevos peones, extraídos de la recámara en este tablero de
ajedrez, ahora y precisamente ahora, cuyos discursos programados no tendrían
otro objetivo que convencernos de que estamos ante una nueva aurora, cuando
ninguno de los dos parece tener intención alguna de dar ningún paso de carácter
revolucionario para romper con el Sistema? ¿Son realmente lo que parecen ser? ¿Son políticos
honestos que, en el mejor de los casos, podrían desconocer quiénes los están
manejando, o serían, simplemente, dos nuevos controladores, ahora sin corbatas
y con coleta, cuyo auge ha tenido que ver decisivamente con el “apoyo”
mediático en unos medios de desinformación que jamás les habrían dado opción de
haber constituido una amenaza para el Sistema? Quiero creer
en la honestidad de los dos, me son simpáticos, no lo negaré, aunque algunos de
los pasos dados ya por el señor Iglesias son más que sospechosos y albergan no
pocas dudas, mientras observo, con interés, como la Grecia de Alexis planta
cara, si es que decide hacerlo, a la triple mafia especuladora de la Banca, el
Sionismo y la Unión Europea, sin olvidar la sospecha de la larga y sinuosa mano
de la Masonería en este complicado mundo de apariencias donde, más allá de lo
que parece, todos parecen jugar a lo mismo.
sábado, 31 de enero de 2015
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