ayer en radio Cope, comentaron sobre la ouija que habían practicado algunos miembros del club para ponerse en contacto directo, via tablero, con un compañero muerto, para saber en qué y de qué forma iba a terminar un partido de futbol que estaba por realizarse. El resultado obtenido en la ouija era que iba a ganar el partido el Madrid por un total de cuatro a cero contra el oponente y resulta que terminó con un empate. Es evidente que los entes que se encuentran en la otra parte dimensional son unos cachondos mentales, y también es evidente que dentro de los club se realizan contactos sectarios y se pertenece a lo más alto de las escalas internacionales de hijos de la gran ramera. Unos individuos que se dedican a pegar patadas a una cosa esférica y mogollón de subnormales que siguen esas patadas con unas mentes multiplicadas por cero, como diría el buen masón Burt Simpson. Vamos que son de dibujos animados si no fuera porque les simpsonean en los estudios masones de la Disney o les pavonean en la línea hollywoodyense. Unos payasos de tomo y lomo y que sirven para subnormalizar a los adeptos al balón pie. Nunca antes había habido un ejercicio físico que dopara la mente con tanta precisión. Y la gente no se entera de que están siendo manipulados obtusamente para cumplir los requisitos de parásitos que recomiendan los políticos de turno. Si esto no fuera así, el presidente del Atlético no hablaría como habla, delante de la ministra Soraya, diciendo que no pagan Hacienda porque cumplen los requisitos de mantener a la gente en la inopia mental. A cuyo comentario la ministra no tuvo otro rquerimiento que abrir la boca y provocar una sonrisa de complicidad. Menudos menos los asiduos al futbol. Aquí tenéis a quienes os representan, que a su vez representan a los masones gerárquicos.
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