jueves, 8 de enero de 2015

doliente retorno

he dejado tras de mí diez días de vivencias extraordinarias. Desde el 30 al 8 de Enero se ha modificado mi sentido de la realidad. Hace unos días pensaba que la riqueza es para los ricos y que yo no necesitaba de demasiado dinero para vivir; he visto en 10 dias por qué los ricos quieren seguir siéndolo o roban para serlo. Y eso con solo diez días en Benidorm: barrio costero de la querida Inglaterra. El que te lo den todo hecho y en abundancia, rompe los sentidos de los que estamos acostumbrados a hacérnoslo todo, y con una sutileza de auténticos sirvientes. Se nota que los muchachos estan recibiendo lecciones de como mantener la clientela del Mundo Senior, porque como dicen todos: son los que están dando de comer a mucha gente y, no solo, a sus parientes cercanos. Los hoteles nos reciben como pompas de jabón en una nube de vapor, que se rompe cuando cumples los días de volver. Ese día se hace interminable. No, -te dices-, volver otra vez a la rutina, no. Pero tienes que hacerte a la idea como el resto de los pasajeros. Y para más inri, nos dice la del Imserso, que han prolongado los días en que se puede viajar; es decir, si tenías cuatro o cinco días para viajar ahora es uno más. Aplausos para semejante despropósito, cuando no tienes paga suficiente para un par de viajes: si los quieres. El PP se empeña en prolongar la sátira de los viejos, subiéndoles un 0,25 sus emolumentos mensuales y prolongándoles los días de estancias hoteleras ¡a saber! como pagarlas. Bonito modo de buscar votantes que, hoy, son mayoría en el país.

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