en la forma de cómo los argentinos saben hacer.
¡Otro que tal anda: me refiero al Papa!, al difundir de que el dinero: empacha, no dá felicidad.Y exorta a los jóvenes a no caer en la posesión, el dinero y el poder.
Pienso: ¿se estará vendiendo o regalando, el Vaticano?
¿Habrá días de puertas abiertas para que los pobres del mundo puedan vivir en sus salones?
Este populismo hacia la izquierda, no le está haciendo amigos en la derecha. Quienes le están mandando cartas de felicitación, pero no de amistad. Le están diciendo que está muy bien que quiera cambiar la cara oculta de la Iglesia, pero cuidadín con enmerdar la cara visible. Y es que la Iglesia Vaticana, está sembrada de pasta de todos los sectores patrimoniales públicos y privados, como para ir diciendo tonterías del calado po pulista. Máxime cuando el pueblo le trae al pairo a la iglesia, a los políticos y a las grandes multinacionales del dinero.
¿Qué pretenden los jesuítas con semejante campanada al vuelo?
Yo no lo sé, pero pronto nos enteraremos porque estas singularidades dichas a la masa tienen repercusión en el espacio tiempo cercano. Yo no me creo que el Papa esté poseído por el espitiru del santo Francisco de Asís (que por lo visto su familia tenía haberes), y le esté empujando contra la beatitud de los del bombín y abrigo de visón. ¿O es que pretende que la gente, de nuevo, se desprenda de sus posesiones en favor de la iglesia, a modo de pago de culpas?
Esto, desde ya, te digo, que no os va a dar resultado. La gente se ha sacado el dedo de la boca y con la mano libre ha levantado el velo de la invisibilidad, hacia la luz.
A mí me escama que cada cierto tiempo tengan que recurrir a estos aquelarres con la juventud. Estas algarabías y apretujones de los jóvenes para ver al de la pecera; me parece de lo más descerebrado que puede hacer esa juventud. Y qué decir del talante soñador, patético, y toca cabezas, y exorcista, en mano alzada, de la reina del baile. O como dice un valenciano: el de las zapatillas rosas y sombrerito calado.
Todo esto me parece trasnochador y conseguirán, que la gente, les mande al infierno.
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