que el presidente del gobierno de España se persone en el Congreso a primeros del mes de agosto, para dar explicaciones de las obras de ingeniería social que ha llevado el señor Bárcenas, a través de sobres color marrón. Y es que Bárcenas ha sido un descerebrado, y mira que su presidente del partido lo tenía entre los mamones más queridos. "Ten paciencia" le escribía Rajoy, cargado de amor, a su tesorero del alma. Los más pelotas han cerrado filas hacia el presidente, justificándole de su no comparecencia ante los ciudadanos, porque nadie le va a imponer comparecer cuando estime conveniente. Y es que este señor, no se entera que quienes le están pidiendo comparecer no son otros chorizos como él, si no el pueblo entero. Su responsabilidad con el pueblo es equiparable a la mayoría absoluta de que le dotaron. Lleva, esa mayoría, implícita, la responsabilidad de dar explicaciones cuando se lo pidan los ciudadanos, tantos los de izquierda como los de derechas. Es más, la oreja y el rabo se la han pedido, en plena faena, los mismos de su partido. A si es que, debería bajarse del burro y acatar la orden del pueblo en persona, y no en diferido o en holograma.
¡Me jode que sea hoy Zapatero quien se ría de nuestra situación política! Y es que siempre vendrá alguien que hará buenos a los malos de antaño.
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