Cuando VOX habla sube el pan y el fuego del horno se reaviva en las conciencias de los socialistas. No les gusta que los miembros de Abascal tengan ocasión de comunicar a micro abierto porque son saetas que les entra muy profundo en las mentes tercermundistas y dispares con una realidad fuera de su onda cerebral. Son como los talibanes que llevan la imagen del siglo XXI, a étapas del siglo primero. No ha pasado el tiempo para gente supremacista, ridícula y retrógrada. En lo único que se les distingue, a día de hoy, es, en que se depilan las cejas en vez de ponerse el dedo sobre ellas a modo de Ojo de Horus. Un ridículo estímulo que lanzaban los socialistas a la figura de Zapatero, para que se sintiera arropado, se sintiera cómodo en los círculos donde el viento, era el dueño del planeta. Donde Enki gobernaba el planeta Tierra. Imagino que Zapatero se consideraba un miembro destacado al servicio de esa deidad extraterrestre. Un tonto más en la corte del rey Felipe. ¡Qué le vamos a hacer! Ni Felipe, ni los españoles, podemos dar por buena la historia que podría salir de ahí, contada por mano y vuela pluma, de un socialisto. Si en esta nuestra edad ha caído la enseñanza a nivel de inteligencia socialista hasta las cotas más bajas del siglo XX, imaginaros qué nivel puede dar la historia cuando se estudie la vida y milagros de los catalanes y Zapatero. No digamos cuando nombres al insigne y ególatra Sánchez, que tendrán que levantarse con el brazo izquierdo levantado en señal de lo que nunca debió ocurrir en España. Y, menos, que el mundo le hubiera conocido.
Recién terminado las vacaciones del resto de los segundones de los trabajadores... las cosas vuelven a tomar el cariz habitual a antes de las vacaciones y se someten a la dura prueba de volver al redil de los currantes. Y, con ellos, retornan los miembros de partidos, aunque, algunos, se retrasen.
Ninguno, ninguno, ha sido capaz de hacer acto de presencia en este tiempo de descanso. Han desaparecido como agua de mayo, y, si te he visto no me acuerdo. Un abandono generalizado que da poca estima a los españoles que les soportamos sus sopores y su falta de rigurosidad estatal. Les importa un carajo el que se hunda el mundo siempre que sus chalets y apartamentos no les influya el agua. Uno tras otro, se sacuden las pulgas les caigan a quienes les caigan. Si tenemos entradas de migrantes hasta el culmen de los ilegales, les suda una polla. Y si Ceuta o Melilla están hasta los tejados de marroquíes, les suda un huevo. Y, así, un suma y sigue. Estoy deseando que vuelvan a demostrar que no saben nada de nada y que su esperiencia estival... ha sido de órdago a la grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario