mientras Joe biden deja a la población afgana bajo los hierros de la artillería talibán...
En España, Sánchez, sale con traje y corbata y con chilabas: nuevo atuendo talibán para los palmeros socialistas. Han decidido copiarse en todo a los terroristas talibanes porque debe ser el nuevo modelo "prêt-à porter" que se implantará para la libertad y la igualdad, entre talibanes y afganas, si vas vestido como un compatriota talibán. ¿Se dejará Sánchez la barba como el emir de Afganistán?
Estoy seguro que dentro de no mucho tiempo, tendremos al nuevo Emir talibanés, en España; como bien ha comunicado el ministro europeo, y, socialista, el señor Borrell.
Como no podría ser menos, -imagino- que el susodicho emir tendrá puesta la vacuna contra la rabia y la malaria. Porque la rabia y la malaria deben ir unidas. Y, máxime, si, como les han dado en el pasado los norteamericanos... están que echan chispas por cada poro de su piel.
De todas formas, los muchachos, no deben tener más cabeza que la que ocupa una nuez; y lo justito hasta la hora de almorzar.
¡Qué extraña sensación da ver cómo los presidentes de gobierno del mundo, de los cinco continentes, se han propuesto llevar a cabo los designios de un grupo de satanistas: para que la Biblia se ajuste al tiempo. Porque sin este grupito de gente, tan abocada, a la palabra de Satán, el tiempo no se cumpliría. Solo faltan las trompetas del Apocalipsis porque lo demás: truenos, cambio climático y apariciones en los cielos nubosos... ya lo tenemos. "Y veremos al Hijo del Hombre descender de los cielos, a lomos de una nube que despide fuego".
El teatro está montado, con todos los elementos indispensables para que la gente baje la cerviz y el miedo se imponga.
En Estados Unidos están despidiendo a las enfermeras que no tengan la vacuna, mierdosa, puesta. Lo hospitales se verán vacíos y la gente muriendo en la calle.
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