martes, 14 de mayo de 2013

según las encuestas

El CIS nos proporciona la caída en picado del Rey y toda la corte celestial monárquica. Juan, el picha-brava, ha acudido a los medios (cual 23F) para levantar su reputación de ciudadano honrado. Cuando creíamos que Urdangarín era el soplo de aire cálido para la Zarzuela, tras  los consabidos disgustos de la hija mayor y su divorcio, resultó ser un ratero de guante blanco en los andenes de los trenes de cercanía y cuando le cogían, iba de mandatario de su Majestad. Cuanto nos hemos reido y nos seguimos riendo del cuadro pictórico de la meningítica casta real; por mucho que descienda de la casa de David. ¿Era esta la imagen que tenían los davidianos, en su día? Por Dios, vaya descendientes que nos diste a tocar. Tan es así, que los ciudadanos están pensando si Tú estás cuerdo en lo que haces y no deberías, al igual que el Rey, en dejar el puesto al hijo. Lo que lamentamos muchos, es la cornamenta que reluce en la cabeza la Reina, a modo de tocado circular de organza y plumas, en la cabeza de Leticia.
¡Por favor, irse. Si me queréis irse. Dijo la Faraona en la boda de la hija! Yo digo lo mismo: Iros a tomar por el culo fuera de las fronteras españolas. No queremos cobijaros bajo nuestro techo. Abur, hijos de la gran chingada.

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