
Y ante todo este mamoneo dineril, nos hemos juntado con una caterva de delincuentes: que ríete de los que hay dentro de la cárcel. Éstos son la Madre Calcuta, en comparación.
Dicho lo dicho, no conseguimos nada con trasladar los pensamientos nauseabundos de sus señorías a la opinión pública, si luego ésta (opinión pública) se deshace en lisonja con Aznar, Rajoy, o sus respectivas cónyuges. Porque esa es otra. No tenemos bastante con los 350 u 380 chorizos reconocidos, que encima vienen sus medias naranajas a tocarnos los cojones; que por cierto: los tocan más que sus señorías. ¿Por qué será...?¿Por qué será...?
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