A poco más de dos meses y veíamos que el fin del mundo no estaba pronosticado por los dioses para el 21 de diciembre del año pasado, el Popol Vuh se destapa pronosticando solo un fin de ciclo o etapa de otro ciclo. Realmente el Popol Vuj (kiche) es un libro que habla sobre la naturaleza, el origen del mundo y los diferentes fenómenos. Traducción que hace la Santa Inquisición cuando llegan al Nuevo Mundo. Nos relata que la Tierra estaba a oscuras y las aguas del mar eran tranquilas, no se movían. ¿Es posible que el planeta azul no estuviera en la órbita del Sol y no tuviera el giro de rotación que tiene ahora? ¿Es posible que la Luna fuera un planeta errante y se quedara enganchado por el campo magnético terrestre y se originara la rotación sobre su eje y por tanto la movilidad de cuanto había sobre la corteza?
De todas maneras qué poderoso, enigmático y sugerente vivir en un trozo de tierra vagando por el espacio con una autonomía que se nos escapa aunque, para mí, exista la teoría de cuerdas.
Cada cosa es una perfección en sí misma y por sí misma, y detalla con esmero y meticulosidad la composición del entramado Cósmico. Todo un poema lírico, con una carga de dramatismo envolvente y cruel, al mismo tiempo. Estamos de alguna manera protegidos y de otra, sensibles a cualquier circunstancia que pueda venir de fuera. Tragedia y Comedia según los elementos intra como exo planetarios.
¡Vivir para ver, aunque fueran quinientos o más años de profetas de la antigüedad!
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