La espía, el joyero británico y el garganta profunda
Ingrid, se ha convertido de la noche a la mañana en la doncella Corinna. Esa, con escolta del CNI y con cargo a los bolsillos de los españoles. Y que, al parecer, ni es princesa alemana ni ná. Simplemente una al servicio de otras inteligencias con permiso para hacerse con información a través de la boca de su serenísima herniada alteza real española. Quien, para pagar sus caprichos le ha comprado una buena joya que luce tan orgullosa en las revistas del corazón. ¡Con la edad que tiene y está hecho todo un latinlover! Esto es para cogerlos a todos y gasearlos al más puro estilo Hitler. Esto tiene nombre de novela: El putero, la espía y los chori del Estado. Todo un entramado de género negro que tienen a la judicatura hasta el gorro de tanto trabajo como la están dando. ¿Por qué se ha bajado del burro Gallardón con las tasas a pagar? Porque está visto que son tantos los que van a pasar por la justicia que volverían a llenar las arcas y no están dispuestos a eso. Una vergüenza de lo más detestable y una tomadura de pelo descarada. Tan es así de fuerte los actos de sus señorías que, según boca de Albert Rivera, la mafia rusa está que no sabe por dónde poner el huevo; se han dado cuenta que la mafia política asentada en Cataluña es aún más mafiosa que ellos. Todo un triunfo de CIU, PSC, ERC, han conseguido ser lo más de lo más en fraudes, seguimientos, espías y todas las tonterías que se les ocurre poner en práctica. Total, Mariano, está en la Luna de Valencia.
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