seguimos con el caciquismo y la mentira mundial. Multitud de personas lloran esperanzadas de que ciertos personajes de la política salgan con los pies por delante. Esto sí que es alegoría para y por la vida. Y si no que se lo pregunten al Rey Juan Carlos cuando varias bombonas han explotado en el edificio donde se halla ingresado. Y es que el hombre no gana para sustos y éste, es una enseña a uno los pecados capitales de: no robarás. Lo que sí sugeriría a los butaneros es, que hagan el favor de no caer en el otro pecado el de: no matarás y menos, cuando nos cuesta más mantener el orden alrededor y dentro del edificio en cuestión. Mantengamos la calma y demos tiempo al tiempo que, según decían los más mayores, pone las cosas en su sitio.
Ahora lo que hay que desear a los venezolanos es, que tengan suerte y piensen en quién será el mejor en estos tiempos que corren; que para ejemplo se fijen en España, ahorita.
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