y al PP le entra cagalera. Y ante tamaña fuerza opresora, Cospedal ordena derribar la puerta del despacho que Bárcenas tiene en la sede de Génova,--estando éste de vacaciones en América--, y apoderarse de los papeles que pudieran imputarles entre el caso de los sobres y más allá de Gürtel. Y es que el PP está amarillo tirando a la ictericia, por un aumento de bilirrubina, consecuencia del cabreo generado por el destape tan descabellado de corruptela. Y es que ahora están empatados el PP y el PSOE, en cuanto a latrocinio, me refiero.
La más afectada es Cospedal que, de tamaño enfado, balbucea en las ruedas de prensa como si tuviera alguna fiebre inhalada, contenida, en algún cajón donde su marido suele husmear. Y es que es muy típico, al parecer, de este señor, aparecer por el territorio que su mujer gobierna y tomar prestado lo hallado cual Cid Campeador en busca de fortuna.
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