jueves, 14 de marzo de 2013

por fin Habemus Papam

Jorge Mario Bergoglio, pasa a llamarse Francisco I, como cabeza visible en el Vaticano. Era de esperar que, cerca de la venida del Nuevo Orden Mundial, con la unificación de todas las religiones, fueran los Jesuitas quienes tomaran las riendas descaradamente. Antes lo hacían desde las sombras; desde puestos cercanos al Papa electo. 
Nuevo Papa es Francisco, no Francisco I: El VaticanoAl parecer dice, nada más nacer, llevarse mal con ciertas políticas sudamericanas y no le disgusta la dictadura: bien estuvieron con Franco, con Hitler, con Musolini, con Videla.  Está claro que, en la Basílica de San Pedro, cambiará la cara y nombre de los designados, pero lo que no cambiará nunca es, la forma de dirigirla. Un símil en la política la tenemos con el PP. Creíamos que iban a cambiar las cosas y han seguido dirigiendo España como si de la Comunidad Valenciana se tratara. Pura ruina.
No, no cambiarán y ya hemos dicho el por qué. Los intereses que la curia tiene en el mundo es tan espesa como la mente de quienes la gobierna. No dejan de ser directrices cercanas a la abundancia, al boato y lujo, y eso cuesta mucha moneda. Y cuando el valor del dinero entra por la puerta, abstrae el verdadero misterio que dentro de la Basílica se encuentra. Llevan varios milenios diciendo lo mismo y la religión cristiana alumbra por su ausencia. Nadie cambiará nada si no viene de los mismos dominios celestiales, y aún así, lo volveríamos a crucificar. ¡El demonio del poder y el dinero!

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