lunes, 4 de marzo de 2013

no seré yo...

caricatura de moda: Dolores de Conspirar a lo Groucho Marx

quien no se meta con el Rey. Yo pensaba: con tantas operaciones me imagino que los hospitales donde vaya a operarse deberán tener en sus despensas una cierta cantidad de plasma por si un neceser. ¿Dé dónde sale la sangre azul para ese tipo de realeza? Lo digo porque últimamente la cara de don Juan ha cambiado de grosor y de color. Está tirando hacia un tono grisáceo, por lo que nos da a entender que la sangre no es de este planeta, sino que debe ser una mezcla entre extraterrestre gris y proteínas de aleta de tiburón.
Ha engordado, es evidente, y no quiero ser mal pensado, por aquellos Juan Carlistas, pero me da que desde que anda envuelto en las faldas de la Corinna, la vida le ha dado otro vuelco. Y es que, no se puede uno casar por negocios u operaciones mercantiles, sino por Amor y ahí, amigo mío, ha entrado  Ingrid, como en su día entró en el camino del Capitán Trueno. Que en definitiva es, lo que representa nuestro Rey. El Capitán del barco llamado España y el Trueno de todas las fechorías que van levantando con sus actos.
En fin, lo importante no es lo que a mí me parece, sino que el Rey ha sido operado y ha salido indemne de la operación de hernia y de control de leptina, que aunque manda al cerebro la orden de saciedad, investigada en la Universidad de su amigo David Rockefeller, deben controlar la dosis porque a su Majestad le está engordando.

Ahí van las tracas de la fiesta cañera de Las Fallas de Valencia.  Todo truenos y mentiras es la obra de nuestros gobernantes españoles.

No hay comentarios: