lunes, 18 de febrero de 2013
un pasito pa lante, un pasito pa tras
Es seguro que antes de morir canonizarán al Papa por el milagro de la desaparición en cadena periodística de las mugres de la política. Todo el mundo habla de Ratzinger y de las posibles causas que le han llevado a su destitución. El Sumo Pontífice será santo desde el día 28 del febrero del año del Señor del 2013. Y será erigido santo por los peperos y sociatas en procesión por las vías de nuestra católica o cristiana España. ¡Viva el Papa!
Bien, pues dicho lo dicho, en tiempo de cuatro días, desde la curia romana se repartirán por las iglesias unos hombres de negro para difundir a la ciudadanía un mensaje de esperanza sin la figura del Papa. Estos pastores se dedicarán a medir la creencia craneal en las cabezas de los feligreses para que no piensen más allá de lo estrictamente necesario. La dimisión del Papa, al parecer, solo pertenece al Papa, y yo pienso que no. Si un representante de la iglesia cristiana debe dimitir por las presiones o los actos internos de la misma, apaga y vámonos. Bien es verdad que debajo de los refajos obispales, cardenales, papales y demás hombres con sotana, pende un miembro que muchos no han sabido flagelar y le han dado rienda suelta. También es verdad que el Vaticano es un paraiso fiscal del robo de otros países, de los que el Papa ha estado y besado suelo. Pero para eso está la figura papal, para detener todo lo imperfecto o pecaminoso y lujurioso dentro de la Basílica de San Pedro, y sacar al demonio de las mentes calenturientas y el resplandior de las riquezas. Como en política, se necesita un representante que imponga mano dura a las andanzas de los corruptos y sus corruptelas y no, que abandone a la primera de cambio.
¡El Papa cansado y el mundo destronado! Creo que se esperaba más de él, como representante de Pedro. Bien es verdad que alguien le negó tres veces a Jesús, ¿por qué no habría de abandonarle otro alguien?
¿Será el estadounidense Cardenal Nolan el próximo Papa romano? EEUU al poder. Está claro que entre Alemania y Estados Unidos, el mundo sucumbirá bajo la bota del poder.
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