Al parecer Miguel Bernad, Secretario General de Manos Limpias, se ha aplicado en los deberes hacia los ciudadanos y contra aquellos choris varios. Tiene a media España denunciada por ladrocinio, abuso de poder, mamoneo, fondos guarros, y otras lindezas más que las mentes de los políticos han ideado para hacerse con el poder absoluto. Dicen que el poder corrompe e imagino que corromperá a quienes son fáciles de comprar. Este señor aboga porque la infanta Cristina esté también imputada por corrupción. Todo un ejemplo a seguir y apoyar por toda la ciudadanía.
De todas maneras no iba yo hoy a contar esto, aunque parte sí. Ya sabemos por qué Mariano consta como perrito faldero de la señorona Merkel. La Burundanga o escopolamina o aliento del diablo o droga de la verdad o somnifero del violador, es la verdadera causa de que Mariano vaya como va por las vegas europeas. Merkel, la sionista, le está suministrando polvitos varios en la bebida o en la comida que suelen hacer a solas y éste, Mariano, aunque le veamos que tiene los ojos abiertos como platos en restaurante chino, está dormido, tiene absorbida la voluntad y le pertenece a Merkel. Tan es así que, una comisión de la CIA, enviada por el otro sionista negro, camuflados de periodistas de los más importantes periódicos de la política estado unidense, van a arribar a España para hacerle la prueba del algodon; para averiguar como en un país como España hay tanto chorizo y guarro suelto. Hasta los señores del traje negro, que aparecen después de un avistamiento ovni, han sido contratados para averiguar el misterio que encierra tanto corrupto reunido en un mismo lugar. Tanto la CIA como los hombres de traje negro saben que, los efectos de esta clase de plantas son rápidos, también se elimina fácilmente, pero es posible que a Mariano le queden residuos sin eliminar porque ha estado y está, mucho tiempo con los ojos abiertos como zombi en carnaval. Por favor, mamacita, que no se quede tonto por lo que nos pueda costar màs que nada porque, tenemos la evidencia del monarca y a éste no le podemos salvar.
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