Cuando Juan Pablo I subió al poder Papal, estaba yo en Suiza trabajando de camarero. Y alrededor de una mesa, en el comedor del restaurante, nos allábamos cinco personas: dos rumanos, una portuguesa, una francesa, y yo: español, comiendo y viendo la televisión. Recuerdo que cuando salió ese hombre hablando por la TV. y le oí, mencioné su muerte inminente; los asistentes quedaron sorprendidos y más cuando al mes moría sin piedad ¿Fué una premonición? --Tal vez. Aunque yo lo achaco a que me transmitió buenas vibraciones y eso en el Vaticano es difícil encontrar. ¡Ya se librarán de ser nombrados Papas aquellos que sean buenas personas! Porque saben que esa energía humanitaria no cabe en el Conclave. Y por supuesto son llamados antes a presencia de Dios. No olvidemos que fueron en la antigüedad los mandatarios, por encima de reyes, y por tanto hacían y deshacían cuanto estuviera en sus manos por el poder. Tuvieron caballeros armados a su servicio y hoy continúan teniendo caballeros armados en sus nóminas.
No olvidemos que la trilogía es y ha sido un enigma y un secreto, hoy ya desvelado, del poder. Más aún, cuando se añade al PP a la trilogía.
lunes, 21 de mayo de 2012
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