o lo que es igual: soy el puto amo.

Trump se ha hecho a sí mismo. Ha buscado dentro de su interior y se ha dado cuenta que ha estado sujetando a la bestia que intentaba salir, emerger, desde su infancia. Se ha dado cuenta de que el mundo que le rodea está en su contra y él, contra el mundo. No le importa. Se sabe capaz de controlar el planeta porque él es la fuerza y la fuerza es él. Está luchando por hacer del mundo... un mundo como él: luchador, corajudo, rombolesco. Nadie le levanta la voz sin que se vaya escaldado. Si no que se lo pregunten a su homólogo presidente australiano... -y no porque esté al otro lado del mundo y el agua del grifo vaya en sentido inverso al occidental-, ...tiene que meterse con Trump. Trump no lo aguanta, y se lo dice.
Y desde España pedimos un Trump que ponga patas arriba a toda la plebe que gobierna con mano de hierro los asuntos de los ciudadanos; y los asuntos propios con mano de guante blanco y robo de chorizo callejero.
Los ciudadanos pedimos se devuelvan los euros de las arcas del Estado, cuanto antes. No hace falta esperar a mañana lo que bien pueden hacer hoy. Estoy seguro que con la devolución de los Eres, la Gürtel, Pujol y Mas, y más mangantes por igual... las arcas quedarían lo suficientemente llenas para que rebosen por los bordes.
¡Pues manos a la obra, ya!
Y desde España pedimos un Trump que ponga patas arriba a toda la plebe que gobierna con mano de hierro los asuntos de los ciudadanos; y los asuntos propios con mano de guante blanco y robo de chorizo callejero.
Los ciudadanos pedimos se devuelvan los euros de las arcas del Estado, cuanto antes. No hace falta esperar a mañana lo que bien pueden hacer hoy. Estoy seguro que con la devolución de los Eres, la Gürtel, Pujol y Mas, y más mangantes por igual... las arcas quedarían lo suficientemente llenas para que rebosen por los bordes.
¡Pues manos a la obra, ya!
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