martes, 26 de febrero de 2019

¡qué atrasado estoy!

resulta que de boca del mismo Puigdemont sale que salió de España en maletero de coche para fundar la Casa de la República, catalana, en Waterloo. No ha precisado si salió metido en maleta, en cofre; aparentando morcilla de arroz, en funda de condón; o mimetizado de payaso de televisión... Son tantos los disfraces utilizados, que no me extraña tenga bolos por los pueblos de alrededor de la Casa de la República. Está muy pesaroso de que sus colegas políticos presos estén delante de la justicia por su golpe al gobierno central, mientras él está disfrutando, de vacaciones pagadas y prolongadas, en la Casa de la República. ¡Y, Junqueras, sin poder salir al pati..., ay, ay, uy!: -mire usted.
Hace falta ser pendón, maricón y mierda de pajar. Teniendo la familia lejos -dice-, se siente como en casa, en Waterloo. ¡Qué jodido!, así cualquiera. Todo el tiempo de Rodríguez, en la Casa de la República, berga. ¡Uyuyuy, compadre! Pero no vienes. No te entregas, por mucho que te sienta mal... ¡Bocazas! Espero que salgan bien parados con 15 ó 20 años cada uno de los asaltantes y tránsfugas. De este modo evitaremos que otros tengan tentación de arrimar el ascua a su sardina. 
¡Asco, dais, ladrones de guante blanco!
Espero que Arrimadas no tenga tentación de mirarte a la cara, siguiera. Sí dejarte bien claro que la república la tendréis cuando las ranas críen pelo.
¡A mamarla cabrón!

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