jueves, 7 de febrero de 2019

anti natalidad

había llegado a pensar que lo realmente difícil de catalogar, definir, enjuiciar, era el libro que Sánchez ha escrito para beneficio de su bolsillo y oscurantismo de sus lectores. No creo que Sánchez vaya a contar verdades en su libro sobre la familiaridad con Soros, con los independentistas, la razón social con los etarras..., o qué va a percibir  de la editorial y venta..., y quién ha sido el negro...: esta segunda vez. A,  no ser,  que el libro lleve mucho contenido y haya una segunda edición de lo que no ha expuesto en éste.
¿Quién ha dicho que Sánchez no sabía escribir?
Ojo, que hago referencia a la certeza de que Sánchez no sepa escribir; que es distinto de preguntar: ¿ quién le escribe los libros y la Tesis?
Si realmente, Sánchez, sabe escribir lo justo... ahora me explico por qué está deseoso de que arriben tantos negros a España. Necesita toda una flotilla de negritos, en algún bajo, tecleando nerviosos las memorias de Sánchez. Porque lo que ahora ha sido escrito es: ¡¿cómo dar por el culo y salir ileso?! 
En las memorias... o, de las memorias, debe Hollywood, hacer una película. 
Total
que Sánchez no sabe cómo tener entretenido al mundo que le rodea y se ha elegido como modelo y diana de todas las miradas y comentarios. Novia en la boda,  niño en el bautizo y muerto en el entierro.  
Ante esto Sánchez debe de estar muy pagado con sus padres, aquellos que por el hecho de follar, han dado al mundo un presi de este portento: unos pro natalidad. El ni se lo plantea...
No como el joven indio que ha denunciado a sus padres por haberle dado la vida: haber follado, como los padres de Sánchez.
Me pregunto cómo la justicia puede resolver un caso como el que nos ocupa. Si da la razón a los padres...: el juicio continúa. Si niega la mayor...: hay que matar al niño.
Bien; 
visto lo visto llegamos al entendimiento de que si los humanos pertenecemos al Estado, sean los Estados quienes asuman las respuestas a estos interrogantes. Sin ir más lejos los propios Estados están incitando a la población autóctona o migrante a que asuman la función de reproductores de nuevas generaciones. Por lo tanto deben asumir la denuncia de los nacidos no conformes o los anti natalidad.
¿Pero siempre ha sido así?
En cuanto a los beneficios del Estado sí. Dado que recurría a los nacidos -claro- a defender hasta la muerte, la Nación, y de haberles quitado parte de su vida en la preparación militar, para tan elevado lujo o coste de nacidos. Que, a su vez, necesitaban fértiles mujeres para seguir ocupando los puestos de los caídos, que a su vez, también caían. 
Pero...
¿Cómo sabe este joven indio que entre los padres y los hijos no hay consenso de nacimiento?
Solo tenemos la respuesta que nos da la vida: naces  de unos padres, con unos abuelos y hermanos...; ¿y por qué no en otra casa... con otros padres, otros abuelos, otros hermanos?, etc.
Creo firmemente en el consenso entre padres e hijos, ante de nacimiento...; desconozco el por qué.

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