miércoles, 20 de febrero de 2019

eran los reyes

quienes encabezaban las luchas contra aquellos que se sublevaban en su territorio. Iba siendo hora de que el Monarca salga a la palestra y demande orden en el territorio español. Si al monarca se le divisa manso, es posible que el territorio se desmadre. Cualquier hijo de bastardo puede sentirse tentado a apoderarse de parte del territorio para, después... quedárselo todo. Eso es lo que han estado probando los catalanes: ver la resistencia de la corona para desplazarles. Sánchez dio un primer paso a sabiendas de lo que hacía el día de las pruebas de balística monárquica. ¿Pedro no sabía que no podían estar presentes en el besa manos? ¡Claro, y yo me chupo el dedo!
Bien
el chaval ha salido -por fin- del camastro donde se había escondido por miedo al qué dirán de los españoles. Cuando, realmente, es al contrario, estábamos pensando si no había cogido el Air Force One, español, y había puesto tierra u océano de por modio, como ha hecho el presi en estos ocho meses. Pensábamos que se había convertido en parte del fuselaje de la aeronave.
Total
que Felipe les ha mandado un mensaje que se lo pasan por el forro de los cojones los memos catalanes. Y siguen poniéndole entre la espada y la pared y en entre dicho Intercontinental. También le ha mandado un mensaje Puigdemont desde el exilio Waterloodiense. ¡Otro que tal baila!
Ha pedido para las elecciones del 28 que sean los políticos presos quienes ocupen sus puestos para nuevos asaltos al gobierno central.
Es decir
el aviso mandado por Felipe y Leti se la pasan, de nuevo, por la entrepierna.
Creo que sería muy interesante si les mandáramos a todos a tomar por el culo... pero fuera de España. 
Podrían decirnos que tienen el mismo derecho que los demás a estar en España.
Y, yo pienso, que no. Que no tienen derecho a estar en un sitio al que quieren saquear, corromper y que no están a gusto. ¿A caso no veis lo bien que está Puigdemont en Waterloo? Creo que cabéis todos en el mismo chalet.

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