viernes, 29 de diciembre de 2017

mientras todos pensamos

que Trump era una bomba de relojería con efecto retardado...
Resulta que son habladurías de los oponentes de la cara oculta de la moneda. 
El papel de la Casa Blanca, de su diplomacia y de sus fuerzas armadas ya no sería poner orden en el mundo sino proteger Los intereses del pueblo estadounidense: "América first". El eslogan divulgado en las elecciones, como punto primario a conseguir.
De este modo se distancia de las políticas de Bush y de Obama que describían la Estrategia de la Seguridad Nacional (nacida del 2001) como la única superpotencia  del mundo.
Trump considera a Estados Unidos como la encarnación del bien, sin demonizar a los enemigos, sino, tratando de entenderles.
Inicialmente trata de romper con la política atlantista de Roosevelt: la alianza con el Imperio Británico destinada a que Washington y Londres gobiernen el mundo juntos.
Por lo que se hace necesario una estrategia en la  rivalidad con Rusia y China. Con los países renegados de Corea del Norte e Irán, en sus respectivas regiones. El cuestionamiento del derecho internacional que representan simultáneamente los movimientos yihadistas y las organizaciones criminales transnacionales... 
Trump no traza su estrategia contra sus rivales, sus adversarios y sus enemigos sino en función de su ideal republicano e independentista.
Su ideario es 
-La protección del  pueblo estadounidense. De su patria y de su modo de vida. Supone ante todo el restablecimiento de las fronteras (terrestres, aéreas, marítimas, espaciales y ciberespaciales) que los partidarios de la globalización han venido destruyendo hasta ahora.
-La prosperidad de Estados Unidos. Donald Trump denuncia los acuerdos comerciales multilaterales.
Trump anuncia después la desregulación de todos los sectores donde la intervención del Estado no es necesaria y planifica paralelamente la lucha contra todas las intervenciones de los Estados extranjeros y de sus empresas nacionalizadas que puedan falsear los intercambios equitativos con Estados Unidos. Planea la creación de un sistema de seguridad nacional destinado a censar y proteger esas técnicas para conservar la ventaja que estas puedan representar para Estados Unidos.
-El poder de su ejército. Trump plantea como objetivo central de seguridad mantener esa preeminencia militar, según el principio romano que aconseja Si vis pacem, para bellum, o sea “Si quieres paz, prepárate para la guerra”. El Pentágono tiene que renovar su arsenal, ante una Rusia de superioridad tecnológica, y, ante el fracaso del avión de guerra F35.
-El desarrollo de su influencia. Anuncia una alianza con Australia, la India y Japón para contener a China y luchar contra Corea del Norte.
Trump no concibe las relaciones internacionales como el reinado de Estados Unidos sobre el mundo sino como la búsqueda de una «cooperación recíproca» con sus socios.
Ante esta exposición no sé si quiere evitar un conflicto bélico contra Rusia al considerarles más preparados tecnológicamente. Es evidente que al mundo no le interesa una guerra de iguales, entre comillas, sino una cooperación internacional contra los eventos naturales y celestes que pudieran amenazar la vida en el planeta.
Hemos superado con creces el incremento potencial de armas nucleares, de guerra de las galaxias y de cambio climático, como para ir sucumbiendo a las amenazas de potencias de desequilibrios mentales.

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