jueves, 5 de enero de 2017

25 años después

Tres años de cárcel para un individuo que ha robado una bicicleta de un chalet de alguien de pasta. ¡Eso no se hace, niñato!, ¿cuando os váis a enterar que en los chalet de los ricos no se entra? Ahora bien, los asesinos de las niñas de Alcácer están fuera porque fueron políticos de izquierda y de derechas, de la iglesia y del opus, los que estuvieron o salieron en el vídeo snuff . Los mismos hijos de la gran puta que se follan a los niños y niñas que están recluidos en los centros estatales de menores abandonados o divorciados de sus padres o de aquellos separados familiarmente porque en casa hay un gran follón día sí y otro también. El caso es que el juez dicta sentencia de separación familiar y después ese mismo niño o niña es abusado sexualmente por el mismo juez o por un funcionario público o la utilizan en una gran juerga montada por los políticos de ambos colores... en fiestas de despedida con asesinato incluido. Vídeos snuff que se venden unos a otros en la gran extensión de que dispensan las altas gerarquías políticas y religiosas. Vídeos donde se graban los asesinatos y la melé asesina cruenta que hacen con las niñas o niños: desde despellejarles, hasta cortales los pechos y meterles palos por los genitales a las niñas. Estos son los hijos de puta que tenemos como políticos y religiosos. Lugares destinados en España elegidos por los dirigentes de la provincia para que todo se pueda hacer sin llamar la atención. Tan es así que reclamaban la presencia de determinados niños elegidos para ser utilizados en esos lugares... uno de ellos: el Bar España, en Castellón. Hasta los mismos funcionarios de los centros de chavales les ofrecían a la carta los jóvenes que consideraban más sumisos o promíscuos a determinados actos. Lo más curioso es que alguien presente en uno de los aquelarres mandó una copia de vídeo al cura de Alcácer y éste se lo entregó a Juan Ignacio quien remitió el vídeo a la policía de Valencia y cuando reclamaron el vídeo la policía la había perdido. ¡Qué curioso! Y el remate fue, la ocultación de todo el caso y las amenazas recibidas hacia Ignacio y a los padres respectivos, para que dejaran el caso. 
Anglés y Ricard los responsables de hacer desaparecer a las niñas por 28 millones de pesetas. Dinero que apareció en las cuentas de los muchachos. ¿De dónde sacaron esa pasta? Ese silencio fue lo que alguien compró por esa pasta. 
Os recomiendo máxima atención al vídeo porque consigue cabrear hasta el más laxo bíblico.

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