¿Qué puede pasar más de lo que está pasando? ¿Que los yihadistas se mezclen entre los fugitivos sirios camino de europa? No hace falta que se filtren entre el amasijo de gente que viene corriendo de la más depravada justicia humana. Sirios, africanos, europeos, americanos... ¿Qué cojones quieren o queremos conseguir a día de hoy? ¿Era necesario llegar a comparar las migraciones de hombres con las de animales? Sí. Para este jodido mundo de castas y chorizos varios..., sí era necesario demostrarle al mundo de a pie que ellos son los que mandan y nosotros los que tenemos que obedecer. Y luego concluyen su juego insultando a una periodista que, insitu, le pega una patada a un sirio con un niño en brazos (que no tiene perdón) (ver vídeo). Ellos nos los pegan todos los días; socavando que tienen que subirse el sueldo a costa de tu sudor. Ellos -los políticos- son los malos de la situación económica que destroza el mundo e impide que los hombres vivan con una conciencia de ser, en libertad.
Este 23.9 está programado por algunos como un suceso difícil de olvidar. Es verdad que para aquellos que no tienen nada, esta fecha será una más en el calendario de su mísera vida. No igual para aquellos que tengan que ganar o enriquecerse más, con una guerra a gran escala. En cualquier caso han conseguido que el exodo bíblico se este llevando a cabo, porque..., hasta para eso..., han tenido que copiarse de ese libro fántastico al que todo el mundo debe su pleitesía. Un Dios que ha nacido para ser el servidor de los ricos... al que Él mismo creó. O servidor de un demonio que le revierte la juventud, porque en el Cielo estaría ocioso.
De verdad, qué cantidad de tontería usamos los humanos, para no permitirnos vivir adecuadamente a nuestra condición humana.
“Sapiosexual” es aquella persona a la que le interesa, le excita, y la
que se siente eróticamente atraída por la inteligencia de la otra
persona. En segundo lugar, en serio, ¿quién cojones se siente atraído/a hacia la
estupidez de alguien? “Oh, sí, sí, por favor, ¡su estupidez me humedece!
¡Oooh!”.
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