Desde el Ministerio del Interior

empiezan a decirnos que las células dormidas yihadistas emplazados y protegidos por Mas, en Cataluña, empiezan a despertar a toque de comunicados, escritos y televisados, por sus imanes. Es evidente que los más listos no son los que predican ejemplo en la política, y por ello tenemos a los de CIU, a los PPSOE y demás perroflautas haciendo de España una cagada monumental. Allí donde la Policía Nacional denuncia el despertar de una parte de esos indocumentados, el inteligente Mas se enfrenta a las fuertas y cuerpos del Estado español. Tenemos razones para desterrar a Mas de Cataluña con esos 600.000 yihadistas que pululan por nuestro país sin orden ni concierto. Lo mismo que habría que hacer con el predicador de Kuwait Ibrahim Al Kandaria que boga públicamente por destruir las pirámides y la esfinge de Egipto, informa la agencia TASS, citando al diario kuwaití 'Al-Watan'. El llamamiento del clérigo va en la línea de las acciones del Estado Islámico, que destruye deliberadamente el patrimonio histórico y cultural en Siria e Irak.

 Según el predicador, el hecho de que los primeros musulmanes que llegaron a Egipto no destruyeran los monumentos de los faraones "no quiere decir que no tengamos que hacerlo ahora".
Asimismo, considera, que así como Mahomá destruyó en su día todos los ídolos en la Meca, sus descendientes tienen que "poner fin a la idolatría", pasando por alto el incalculable valor histórico y cultural de los monumentos históricos.
 Militantes del Estado Islámico (EI) han destruido los antiguos restos de la ciudad iraquí de Hatra, que contaba con una historia de casi 2.000 años y que formaba parte del Patrimonio de la Humanidad. Monumentos y museos de Damasco, la capital, y de Alepo, la segunda ciudad en importancia, son sometidos a saqueos a gran escala. Un suma y sigue sin que nadie remedie la obstinada y demencial capacidad de pensamiento de los imanes asesinos, producto de la repetición constante de las religiones come cocos.