En los principios fue un dios el que nos dio vida tranfiriendo su alitosis dentro de un trozo de barro. Después nos han venido a decir que procedemos de un mono más evolucionado que los monos que nos encontramos en los programas de animales de la tv. 2. Ahora sale un individuo que nos comunica que de aquellos monos procedemos porque les tocaron las élices (12) mezclándolas con la de los ángeles (nuestros tocapelotas) venidos de Nibiru. Si nos dicen que los animales tienen un dios grupal, ¿cómo han hecho para que los humanos transformados de aquellos monos... tengamos el mismo dios que insufló su alitosis dentro de un trozo de barro y con ello nos configuró individualidades? O, procedemos del modelismo anatómico, o, procedemos de los habitantes de Nibiru... que por cierto son los extraterrestres que se transformaron en faraones con aquellas cabezas de chacales, cocodrilos, ibis, y variopintas cosas más. Pero el caso es... que está tomando cuerpo en la sociedad tales afirmaciones y no sé bien si a la Iglesia le conviene saber que todo esto sucedió así. Más que nada porque los de Nibiru: los Anu, podrían habernos influído su religión con la intención de atontarnos como a los pobladores de su planeta. Y si ha sido así, han dado en el blanco. Nos han hecho mejor de lo que esperaban. No obstante estamos siendo visitados por ellos con demasiada frecuencia y es posible que nuestro dios imperial esté a punto de bajar y hablarnos. Y no ese dios que nos hemos buscado al que han dado en decir de él lo siguiente:
"ser propenso a la pasión y caprichoso, implacable en su resentimiento, celoso de su supersticiosa adoración, y confinando su providencia parcial a una simple persona y a su transitoria vida."Con la cantidad de veces que le hemos llorado, angustiado y peleado por él para que ahora pensemos que era un chapucero, un sinvergüenza y un vividor.
¡Los humanos no tenemos remedio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario