Los militares que participen en operaciones de vigilancia y protección, en apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como consecuencia de atentados terroristas u otros actos ilícitos y violentos tendrán la consideración de agentes de la autoridad, lo que significa que los ciudadanos estarán obligados a seguir sus instrucciones y que se castigará con especial rigor a quienes les desobedezcan, se resistan a sus mandatos o les agredan verbal o físicamente. Así lo dispone el Real Decreto sobre seguridad en las Fuerzas Armadas que hoy tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros, a propuesta de la titular de Defensa, Carme Chacón.
Chacón planteó que el terremoto en Haití ha puesto de manifiesto la necesidad de que los países de la UE reaccionen de manera “conjunta, coordinada y ágil” ante situaciones de emergencia o catástrofes naturales que precisan de una intervención cívico-militar.
¡la misma cantinela de posesión de territorio que han utilizado en los países dónde han ido de buenas personas!
En los límites de la ciencia-ficción, el periodista Jon Ronson narra cómo un destacamento del Ejército estadounidense, especializado en fuerzas paranormales, intenta obtener poderes similares a los de los caballeros Jedi de ‘La guerra de las galaxias’ y desarrolla técnicas de espionaje psíquico que posteriormente serían utilizadas tanto en Guantánamo como en Irak.
Cómo las ramas psicológicas del Ejército se han infiltrado en las fuentes New Age para verter contra-información e información intoxicada con Programación Neuro Lingüística y otras lindezas de las Técnicas de Control Mental, tales como la influencia del sonido, los estímulos visuales, las técnicas de sofrología, hipnosis y condicionamiento mediante estímulo-respuesta y su efecto sobre la mente.
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