domingo, 21 de marzo de 2010

ideas en voz alta

El Pepé, está desahuciado de la vida política española y el Pepésoe, anciano reumático con sólo seis años de existencia. Ya era hora que los pobres de a pie se mirasen, en vez del ombligo, el bolsillo, el mejor consejero hacia el que dirigir su voto cuando te lo vuelvan a pedir. En varias ocasiones hemos nombrado a la derecha y a la izquierda, como fuerzas políticas con los mismos síntomas cerebrales. Y no es que sean unos descerebrados, sino que sus intereses pertenecen a las únicas fuerzas personales que menean, mueven, los hilos del dibujado pelele político y éste, a su vez, a los maniquíes andantes y sufrientes de la clase pobre, trabajadora y sufridora, de todos los desmanes sociales. Robo de fondos, por parte de la banca. Robo por parte de sociedades, como la numismática. Robo, por parte de miembros de la benemérita, caso: Roldán. Y un largo silencio en busca y captura del próximo listillo que…, sabiendo lo que ocurre, como en los casos expuestos, es decir nada,…la conciencia le dicte apoderarse de los ahorros de toda la vida de los incautos ahorradores y confiados.
Es natural, pensando, que todos los peldaños de la existencia de los analfabetos ciudadanos se suban con sudor y lágrimas. ¿Por qué? Porque hay que pagar a mucho escaño; a mucho político retirado con el ciento por ciento de subsidio; a mucho coche blindado de dediputados, senadores, ediles; a mucho escolta privado dedicados a los nombrados; a una iglesia que no quiere perder poder ante poderes públicos mundiales… Es decir, un colapso de gasto enorme, sin contar con el de la monarquía, porque para solicitar transparencia tenemos a Anasagasti, Iñaqui. A quien reconozco tener razón en su interés, que es el mío, de conocer dónde el monarca se gasta nuestro dinero y en cuánta cantidad le inflamos las arcas.
Me reconozco totalmente apolítico, aunque no lo parezca. Mi interés en conocer es proporcional al que anualmente me somete Hacienda cuando me pide transparencia a la hora de declarar lo que ya sabe que tengo. Por tanto no es anormal que quiera saber, cualquier persona, qué hacen aquellos que reciben, en euros, los dolores de espalda de los sangrantes ciudadanos: en peonadas.
Y una última obsesión en pregunta. ¿Cómo es posible o a qué obedece tengamos como dirigentes políticos a asesinos, pedófilos, miembros de las SS., afiliados o simpatizantes con grupos terroristas?

No hay comentarios: