a lo suyo. A ellos lo único que les interesa de los alumnos es saber si han tenido relaciones sexuales entre ellos. La escapada es para que el alumnado entienda el sexto mandamiento: No cometerás actos impuros. Y los actos impuros según Dios es hacer sexo con un compañero, amigo, amiga, compañera... Esto solo se le ocurriría al diablo que está en el Vaticano. Al demonio que ha comprado la Casa de Pedro. ¡Ya verás cuando Pedro se entere!
Mirad; los curas no van a cambiar de la noche al día o de ahora para después. Ellos llevan su ruta demoníaca hasta la cumbre de la montaña donde se le apareció el demonio a Jesús y le tentó con darle Todo lo que Él quisiera. Le tentó con mujeres, le tentó con coronas, le tentó templos... No hubo nada con lo que el demonio no intentó para tentarle. Eso es lo que hacen los curas, en las iglesias. Tientan a la gente para que se dejen, se abandonen, y no tomen conciencia de su interior. El diablo está muy centrado en lo que nos gusta a los hombres: sexo, pan, juergas, dinero, poder... Y eso nos lo da para seguir en poder de nuestra alma. Lo difícil para nosotros es poder elevar nuestra alma en vibración y poder salir del planeta que es la casa de los caídos. Nosotros somos caídos. Nosotros somos la plaga del demonio. Debemos abandonar esta vibración y subir peldaños hacia vibraciones más sutiles, más divinas. De esta forma creo que podríamos abandonar el planeta por mucha energía coronaria que existe alrededor del planeta.
Hay que intentar abandonar este plano de curas, de religiones malditas, malévolas, y no ver cómo se divierten con la inconsciencia de las personas. Si aquellos que no son diablos se comportan como tales... ¿Qué no harán los que sí lo son?
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