hay que ser mentirosos y quedar como Cagancho en Almagro.
Ahora resulta que ha sido el ejecutivo del PSOE, y Calvo, su portavoz, quien ha dado marcha atrás en las negociaciones con los golpistas del 1-O. Han sido ellos quienes han roto con Torra y sus muchachos...
Eso no se lo creen ni hartos de vino. Hasta tal punto que Felipe y Guerra pusieron el grito en el Infierno al ver la cagada monumental que intentaba hacer el Señor del Falcon. Ni los mismos de su partido estaban con Falconetti y su panda, o banda... Han tenido una visión o premonición de desmontaje del PSOE, con sus integrantes en el paro, que ha sido lo suficientemente fuerte como dar marcha atrás al tren del estropicio. Con las consecuencias mismas del choque de trenes que, por desgracia, han tenido estos días.
Bien mirado no estaría nada mal ver tantos gorrones, gorristas, vagos y maleantes, salir zumbando -como abeja asesina- camino del becerril puesto de descrédito...
España está hasta los cojones de ver inservibles presidentes de gobierno que no sirven ni para atarse los cordones de los zapatos. Y, menos, para ir gastándose la pasta de los españoles en viajes de placer, de lujo, de bodas, bautizos y comuniones.
Sánchez no ha tenido más huevos que echarse atrás de las gilipolleces que estaba a punto de realizar. Y, aún así, no va a salirse de rositas. De esta no va a tener más huevos que convocar elecciones sí o sí.
¿Qué tiene el PSOE en la cabeza que le dificulta su memoria y no digamos la Histórica que quieren subir al altar de la cochambre?
¡Qué curioso que todos aquellos que quieren hacer de la Memoria Histórica, bandera, resulta que vienen bien alimentados de los faldones de Franco y la burguesía...! Y, ¡qué malo aquel señor que les dio alas de mando y manos de rateros! Yo no vi nunca a Franco venir a robar a casa de mis padres...; pero sí vi llegar a quienes portando tricornio y largas capas llevarse gratis los jamos y las botas de vino...: con las que mi familia se ganaba la vida y el mucho trabajo...
¿Contra quién tendría que ir yo...?
Pues contra estos niños pijos que ahora se quejan y vociferan de lo malo malote que era Franco...: y bien se alimentaban de la pata de jamón y el vino que robaban de casa mi familia. Esos chorizos del Estado que robaban y echaban la culpa al régimen franquista. Estos sí deberían estar colgados con los restos del dictador por ser dictadores... y, ahora, por ser traidores a la Patria...
Bien les tiraría de las pezuñas, mientras colgaran, en honor a la familia muerta y a la mirada de impotencia de no poderles decir, ¡NO!, se llevan ustedes esas vituallas sin pagarlas. Los papás, Guardias Civiles, de los niños pijos de hoy, se hubieran enfrentado y apaleado a mis padres, y ahí hubiera acabado todo. Era mejor dejarles robar y si te he visto no me acuerdo. ¡Ojalá estén en el Infierno juntos, siendo pasto de las llamas y sirviendo de jamón a los infernales demonios! Que es el deseo que lanzo a las deidades, de Sánchez y de Soros.
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