según Carmena y Ada Colau.
¡Qué miedo!
La referencia que tenemos de las dos, no ofrecen ninguna guía Michelín. Y que estén pensando en que pueden seguir en sus puestos de alcaldesas por mucho tiempo, me llena de pavor y miedo. Y, en, este caso, el miedo no es libre, deviene por la amenaza de continuidad de las señoras, en política.
Ambas dos, y a la vez, han pensado que las ciudades del futuro serán feministas o, no serán. Lo que no sé es si dejarán de ser ciudades, o, dejarán de ser feministas. No lo tengo claro. Pero la amenaza está echada y que venga Dios a salvarnos.
Si el machismo viene o deviene de una madre feminista, seguiremos teniendo el machismo como método feminista. Es decir..., que es tanto como no decir nada. Nos quedamos como estamos menos, en que la madre será, a partir de esos futuros, más machista que el padre.
Cuando pienso en tanta majadería concentrada en mentes políticas, se me caen los palos del sombrajo. Seguir con la misma tontería un siglo más, envejece al más pintado. Y, Carmena, no está para tanto trote.
Me he dado cuenta -gracias a quien o lo que sea- que no nos hizo a Su imagen y semejanza; tal vez sí, ambas se parezcan a su Creador. Por supuesto que tiene que ser algo o alguien, a parte de la Creación. Es, imposible que, éstas, hayan sido creadas o moldeadas; sin duda han sido cagadas.
Hay mucha gente que ha dado un profundo y sentido respiro al saberse no fusionados/as, catalogados/as, con estos dos especímenes.
Sabidas estas noticas escalofriantes, Nostradamus se ha removido en su tumba y España, entra en una espiral de desgracias endiabladas. El fin del mundo se avecina y no por un cataclismo natural o artificial; sino, por la dos visionarias apocalípticas. Enki, nos proteja.
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