viernes, 14 de junio de 2013

me sorprende...

que todavía haya gente que pida, al gobierno, trabajo. La gente debe pedir un medio de supervivencia como hacen los emigrantes cuando llegan a este país de mierda. Y lo curioso es que se lo dan, tengan la edad que tengan. Sin ir más lejos, no ha muchos días, en cola para visitar a la asistenta social, que suele ser sudamericana, y como si de el médico de cabecera se tratara, se personó un sadamericano con la lección aprendida de los documentos necesarios para tales pedidos. Joder, le dije a la de ventanilla, yo quiero los papeles correspondientes para hacer lo mismo que ese. Es decir, nuestras propias ventinillas españolas no nos dan la información correspondiente a tus necesidades actuales, y les falta tiempo para ramonear al de fuera. ¿Es que reciben prevendas por esos actos discriminatorios hacia los españoles? Habrá que preguntárselo a la alcaldesa.
No obstante no es esa mi tarea de hoy, sino preguntarnos por qué los chochitos de oro (Saen de Santamaría) están siendo subidos de cargo sin que el pueblo se entere. Será para amortizar más, si cabe, el valor del ginecólogo. Éste debe ser un miúra en cuanto al oro.
Hay un cierto desequilibrio entre la Merkel, Aznar, Rajoy, Soraya, Cospedal, Montoro, De Guindos. En fin, una pesadilla de actores en la recomposición de la PP. Los sociatas deben de estar frotándose las manos, porque les llegará, de nuevo, la presidencia del gobierno sin haber disparado un tiro. Y es que los pobres de la derecha: PSOE, están que se salen desde que la derecha, de Rajoy, descorchó la botella de champán y nos han demostrado que estaba desventada. Mariano, el pusilánime resentido, nos ha dado una demostración de lo que tiene que hacer el pueblo llano en elecciones, mandarles a freir espárragos o enderezar plátanos a las zonas sudamericanas, esas que tanto les atrae. ¡Pero, por faro, que se queden para siempre allí!

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