jueves, 27 de junio de 2013

lo que yo pensaba...

Dos monopolíos bien organizados y controlados: la guerra y las plagas o enfermedades. Ambos dos, objetivan al individuo hacia una vida de represión y miedo, intentando alejarle todo lo posible de su Yo Central. ¡¿Qué ésto lo vemos muy religioso?! Pues lo enfocamos desde el punto de vista del invididuo como Ser pensante y único. No importa lo que pensemos por nosotros mismos, porque aún catalogándolo de bueno y malo, siempre estaremos más cerca de nuestro: "lo que seamos...", que de aquello de lo que nos quieran acerca o introducir, a través de ciertos abracadabra. Nuestra fuente de poder está en saber qué puedo hacer ante tamaño intrusismo, manipulación o guerra psicológica hacia los moradores del globo terráqueo. Hablar de guerra es un mensaje directo al intelecto del humano, para concebir su cuerpo como diana de los obuses en estado directo. Cuando debemos saber que a los dirigentes, de hoy en día, no les interesa que el planeta abuse de ciertos metales, químicos o genéticos que pululen por la atmósfera en estado latente. La guerra actual es una guerra psicológica hacia lo más profundo del intelecto humano: la glandula pineal. Sustancia segregada con capacidad de curar cualquier tipo de agente patógeno que se pudiera introducir en nuestro organismo. Algo parecido al compuesto del agua del mar, cuyo porcentaje de sal (33%) impide que sea atacado por organismos ajenos al agua. La pineal segrega igualmente una sustancia con capacidad de matar cualquier organismo extraño a nuestro cuerpo.
No hagamos mucho caso de las propagandas que suelen hacer caras bonitas y conocidas, porque suelen trabajar para multinacionales de lo que te intentan prevenir. 
Aborrecer cualquier intento de drogas contra la obesidad, el cáncer, y la diarréa vertida hacia la inteligencia del individuo. ¡Hay que decir: No, a cuandos de estos ardices se tratan!
Angelina Jolile cómplice de un plan billonario para patentar el gen BRCA .

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