miércoles, 19 de junio de 2013

hace tiempo que...

no sabía nada de Bill Gates, este rico mafioso, el que hace unos años la política periodística nos lo ensalzaba como la esperanza de los pobres. No sé si recordaréis que estuvo pidiendo, a los más ricos de su entorno, dinero para paliar el hambre allí donde hiciera falta, e incluso donó 30.000.000 de dólares para la campaña. Sin embargo, lo que no se nos dijo fue y en ese trasiego estaba, en defender las vacunas para reducir la población entre un 10 y un 15 por ciento de la población mundial. Vacunas contaminadas con diferentes tipos de cáncer. Uno de ellos el Vs 40.
Este señor tiene mucho dinero invertido en Mosanto, empresa americana de productos químicos como  el aluminio, estroncio y el bario, rociados por aviones envenenando a las poblaciones. 
Inversiones en la industria farmacéutica de la que llegó a decir... "si se hacía un buen trabajo a través de las vacunas y los servicios médico en la salud reproductiva, se podría producir un democidio suave". Emparentado con la genética alimentaria contaminada de tintes y conservantes tóxicos. Y el agua dulce contaminada con fluoruro... que daña los dientes, órganos y mente. 
Contaminantes genocidas para la reducción de la población mundial de forma suave; un modo de reducir la población mundial, sin que las personas nos demos cuenta de que somos envenenados.
Esto, por supuesto, emparentado con todas las multinacionales de la salud: OMS; Los verdes (pagados por los gobiernos para hacer la vista gorda en los desmanes contra los animales y la tala de árboles). Y los dirigentes de turno, sobre todo la familia Bush, copartícipes y difundidores de esta masacre.
¡No hay nada bueno que venga del otro lado del charco! Oigo decir a demasiadas personas mayores.

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