viernes, 23 de septiembre de 2022

escuchar a este engendro

 

auto definirse como defensora del feminismo que atenta contra la vida de un ser que se está gestando... es altamente significativo y carente de toda autonomía para ser miniestra. Pero si, encima, tiene la desfachatez de engrandecer la enfermedad de un pederasta dándole caramelos para convencer a los menores para que se les pueda tocar...: es todo un atentado contra el código penal que hace referencia a la mayoría de edad a los 16 años en la que, se supone, está dotado para poder decidir determinados actos en su relación con el entorno, y su vida amorosa. ¿Por qué tiene Irenita que desoir lo que recoge el Código Penal sobre los derechos y libertades de los infantes en la etapa hasta la mayoría de edad? Porque, expresamente, no es para los menores el que estén recogidos sus derechos y libertades...: si no para que los mayores no traspasen la edad mental de los menores. 
Me sorprende que Irenita tenga tanta obsesión con la vida sexual de los menores. ¿Intenta, acaso, desplazar a los padres de sus deberes como cuidadores y enseñantes? ¿Qué tiene Irenita contra las familias? ¿Tan mal le ha ido la infancia con sus padres, que intenta no le suceda a los hijos de los demás?
El caso es que la cajera de supermercado le encanta que hablen de ella aunque sea para mal. Pues si sigue a este ritmo no va a haber nandie que no la tenga entre sus insultos más apremiantes. Irenita, hija, vete al carajo y deja a los padres que disfruten de sus hijos mientras les cuentan cuentos y batallas de Nunca Jamás.

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