Después de tres mil y pico de millones de años, ahora... expresamente, ahora... recibimos un mensaje de Próxima Centauri pidiendo ayuda a los terrícolas. Los terrícolas pensando que eran los moradores de Raticulin los que vendrían a salvarnos de los social-comunistas y resulta que aquellos están peor que nosotros.
¿Qué está pasando en el cosmos?
Lo tenemos todo patas arriba.
La casa se nos cae... los dos pilares fuertes de la vivienda se están resquebrajando y se tambalea en un vaivén constante sin que nadie pueda poner un pilar de sujeción. Sánchez e Irene e Iglesias, ya no hay un día que no tengamos una movida familiar entre las dos parejas. No sé lo que dirá Begoña a Sánchez... pero imagino que en la intimidad se lo estará reprochando: ya te dije que con los Iglesias ni los buenos días. Y si hubiera hecho falta cantárselo, Begoña, está capacitada para ello.
Mira que tuvo una premonición venida de los cielos y no fue capaz de descifrarlo; pero se lo pusieron a huevo. "No vas a poder dormir durmiendo con Pablo". Y, como la carne es débil, allá que se ha embaucado en un galimatías que, ni los socialistas barones, han tenido gola para tragar.
Lo que esta gente no se da cuenta es que hacen el burro y el payaso a vista de todo el planeta.
¡De lo que se estará riendo Soros viendo lo poco y barato que le ha costado romper las autonomías españolas!
Hubo un mafioso ruso que de vuelta a Rusia después de intentar meter mano en las financias, trapicheos políticos españoles, en Gerona, le dijo a Putin al llegar: En España éramos más mafiosos que ellos. En aquella época era la mafia Pujol quienes controlaban toda la costa catalana; de la que bebía de sus 3% en todo lo que pasaba por sus manos y era todo.
Total;
ahora tenemos un problema dado que disponíamos de Irene en saludar a los extraterrestres y resulta que va a quedar en política como la más inepta de los cinco continentes.
No nos sirve como embajadora de extraplanistas.
Menos mal que podemos resucitar a Belén Esteban y ponerla frente a la Embajada española en España.
Ni se os ocurra contar o pensar en el astronauta español, que se tira todo el tiempo volando dentro de sí mismo. Pedro Duque: no te molestes en ofrecerte de buenista amigo de los extranjeros del cosmos.
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