miércoles, 15 de febrero de 2017

Así de bien está el funcionariado

aquellos que se denominan "funcionarios",  deberían hacérselo ver y cambiarse el apelativo por el de una marca de Whisky o cocktail. De esta forma..., posiblemente..., el jefe supremo de la biblioteca El Hospital, en Valencia, vendría más amenudo a su puesto de trabajo. Parece, y según fuentes de trabajadores del centro, le hacen llegar los jueves porque el viernes, ya no viene. Ni el lunes, ni el martes, ni el miércoles... En fín, que esos que se definen funcionarios lo son solo para cobrar, no para trabajar. 
En otro post dejé caer la duda de en qué dedicarían los funcionarios los minutos que transcurrían en concedernos la prolongación del tiempo, en horas, en el ordenador..., -con la reducción del horario-, ...se dedican a hacer visitas de cortesía a señoritas que están de consultoras. Esto sí que les va mejor que dedicar dos minutos a prolongar las horas de Internet a los putos míseros pordioseros de mierda. Ahora, con la limitación del horario, los putos pordioseros se tienen que ir a la calle porque nada tienen que hacer dentro. ¿Tal vez porque alguno no les gusta leer y sí les gustaba la ilimitada prolongación de su estancia en la Red? 
Ahora resulta que la limitación de horas consultivas a cuatro horas, la gente está haciendo cuatro por la mañana en ese turno y cuatro por la tarde en el otro turno. Total que de una faena legal, controlada, la ha convertido el señor Flor de Inteligencia en algo ilegal. Es decir, están equiparando a la ciudadanía con la cantidad de chorizos y descerebrados que hay dentro de las administraciones públicas, entre ellas, la biblioteca El Hospital. 
Tal vez, piensan, que estando todos metidos en las malas praxis, están ellos -como funcionarios-, salvados. Y, es que, el puesto de funcionario, es altamente cuestionable en el día de hoy. Todo aquél que se considere como tal, debería estar vigilado y controlado por el CNI. Seguramente por estar defraudando a los españoles en el ejercicio de sus funciones como tal. Y, por tanto, todo aquél debería ser destituido de inmediato por su incumplimiento de deber cumplido. ¡¿Que tiene que dimitir Rajoy?!, que dimita, si incumple el mismo requisito de ejemplaridad. 
 Total, que entre los mismos profesionales del "no hacer nada", se tiran la pelota de culpabilidad: como malos gestores de las dependencias públicas, de unas dependencias a otras. 
Si preguntas arriba, en oficinas, te responden..., las decisiones de coartar el horario de Internet ha sido por culpa de los de abajo. (Son muy comedidos y dicen los de abajo sin dar nombres ni apellidos) Pero te nombran a los de abajo. Si preguntas a los de abajo te señalan a los de arriba (oficinas) como los responsables directos de la toma de decisión en la excisión del tejido necrófago de las horas consultivas. Según sus señorías, del mostrador, son ellos los causantes de que las cosas se hayan hecho mal desde el principio. Señores, el principio son 20 años..., haciendo las cosas mal. Claro que..., "nunca es tarde..."

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