Ya sabemos que el Inmaduro está al servicio de Putin. Y que Trump trabaja de agente para Rusia. Si ambos dos están trabajando para los comunistas ¿qué carajo está pasando en el planeta? Pues que nos quieren hacer creer que se llevan como el perro y el gato, como aquí en España entre el PP y PSOE. Nunca más lejos de la realidad. Los colores los ponen aquellas familias con capacidad de gobernar con mano de hierro el mundo. De hecho, cuando tienen que hacer capitular a algún mando o desterrarlo del mundo de los vivos, se reunen anualmente para tal fin. El Grupo Bilderberg está formado por la flor y nata de los dignatarios elegidos por la élite para llevar a cabo sus fantasías de un planeta de ovnis y extraterrestres. Y todo el mundo si buana, si quiere seguir disfrutando de sus prebendas.
Mirad, en los cinco continentes a los dirigentes políticos los ponen las 13 familias más poderosas. Obama, Rajoy, Putin, Merkel, etc.etc. Siempre ha sido la Iglesia la que ha estado y está cerca de cada movimiento de ajedrez, porque las piezas pertenecen a los masones. De la que forma parte la Iglesia vaticana. Y es la Iglesia quien gana siempre al ajedrez. Los muy..., saben mucho de todo.
Bueno, pues, nada hay que no esté manipulado en las finanzas, en las guerras, en las matanzas de animales..., etc. etc.
Yo estoy seguro que la caída de América del Norte no va a ser tan mala como vaticina todo el mundo. América está fuera de cobertura desde hace mucho tiempo y nada ha pasado. Al Inmaduro le han puesto un purpurado para que designe los acontecimientos venideros a gusto de la Santa Madre Iglesia. Que, en definitiva, es la que manda en la Tierra y en el Cielo.
Sí, es posible que nos den un susto con la venida de Cristo en un momento determinado. Pero esa esperanza ya está en la mente de los sufridos judeo-católicos desde hace milenios. Es, más, el muchacho no había muerto en la cruz cuando ya le echaban en falta. Dos milenios después estamos esperando que vuelva y me imagino que si apareciera estaría muy disgustado con toda la casta vaticana. En fin, no creo que le dejen volver. No creo que su Padre le mande, de nuevo, a pasar el Calvario que pasó en la primera venida. ¡On verra!
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