Los americanos pondrán en orbita un ojo (satélite espía) que todo lo ve. Y lo verá en tiempo real y sólo a una distancia de tres metros. Es decir, procure no salir a su terraza privada en cueros que no se escapará a la lujuria del militar de turno que maneje los mandos. Y yo me pregunto ¿si estamos en paz con otras naciones, es más, si vamos hacia una globalización, un Nuevo Orden Mundial, para que necesitamos gastarnos 600 millones de dólares en ese ojo? Pues la respuesta ya ha sido dada: para ver a las tías y tios en pelota en las playas, piscinas y terrazas. Porque, amigos míos, las nuevas tecnologías, aquellas que nos iban a sacar de la penumbra más ancestral en la trayectoria hacia el nuevo ser humano, se queda para manejo de torpes y compañías con ánimo de lucro. Total, un despilfarro de cojones. Más valiera que fabricaran algo con qué recoger la mierda que van dejando en la atmósfera; el día que decida caer no habrá paraguas para sostener tamaños desperdicios espaciales. Para eso sí, deberían poner un ojo (protector) que todo lo vea.
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