nos sorprenden con algo mejor que el día anterior. Hace unos meses la política del señor ZParo era una caja de sorpresas. Eran sosos. Verdad que nos mantenían en puntillas a la espera de un no se qué que no llegaba. Sin embargo... con el Sr. Rajoy
uno le espera porque sabe que hay una noticia nueva para darle a los ciudadanos, aunque sea el bajarles la pensión a los jubilados, aunque sea decir a los trabajadores que han de trabajar más allá de los 67 años y si es posible que la ley de jubilación coincida con la de defunción. Que casi es mejor que termines muerto pero comido, que te mueras por no tener subsidio que te cubra tus gastos normales: agua, comida, móvil: por si tienes que pedir socorro al 112, y los gastos de escalera para que no te escupan en el felpudo los vecinos de edificio. ¡Que sepáis que no he puesto gas!
Hay otra cosa en la que me he dado cuenta que ha cambiado el Sr. Rajoy: en los andares. En principio está más rellenito y eso le hace andar como el Sr. Chavez y el Sr. Sarkozy. Es un andar de pasarela; de hombre afortunado que, aún llevando el peso del país encima, va de sobrado.
También me he dado cuenta que los cambios a estos hombres intrépidos se originan cuando han pasado por manos de la señora Merkel. ¿Qué tendrá la señora Merkel en las manos para que se originen estos cambios en los políticos comunitarios?
Por favor, no dejemos de ver al Sr. Rajoy en su salsa; y por favor, no olvidemos morirnos antes de que cumplamos la edad de jubilación.
miércoles, 13 de junio de 2012
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