miércoles, 6 de junio de 2012

Ayer, concretamente...,

en la visita diaria que hago al amigo Toni, éste me habló de un vídeo que habían visto en Internet y que proyectaba la matanza de animales para consumo humano. Fué tal el impacto que sintieron su mujer y él, que han decidido no comer más carne.
Hace muchos meses, tal vez algún año, colgué en el blog un vídeo de la carnicería que hacen con los pobres hermanos nuestros, los hervíboros. Debemos saber que nosotros no somos carnívoros, sino hervíboros. Nuestros dientes y muelas nos lo indican; nuestras muelas son más para triturar verdura que para masticar carne.
Debemos saber también, la peligrosidad que contienen el comer ciertas partes del animal: corazón, riñones, hígado, sesos, etc., etc., al recoger las endorfinas: El término endorfina implica una acción farmacológica análoga a la actividad de los corticoesteroides o la morfina por una sustancia originada endógenamente.
Debemos saber también, que los animales sienten su propia muerte y, aunque padecen su muerte de forma distinta al ser humano, no dejan de padecer y hasta llorar ese desenlace.
No debemos sacrificar más terrícolas de la especie que sea. No necesitamos de comernos los unos a los otros, aunque nos demos el calificativo de animales. No debemos matar focas a millares, delfines a millares, ballenas a cientos... ¿De qué calibre estamos hechos los humanos para hacer todo esto?
He intentado subir algún que otro video demostrativo pero me ha sido imposible de verlos para elegir.

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