jueves, 7 de agosto de 2008

Rosa, que en el transitar

Rosa, aque en el transitar
viniste a decirme hola.
Tanto esfuerzo mi persona
no merece, y estremezco
al contemplar los colores
que al pasar por la retina
al fondo de la mente, mezclo.
Rocío los sentidos, y embelesa
el perfume que aspiro
en cada suspiro
que tus hojas emiten al vacío.
Creo, haber sido nadie
si no hubieras nacido.
Le has dado motivo al alma,
de ser alma, por los tonos
y la fragancia. Gracias.
Volviera, yo, a nacer
por solo ser
abono de tu planta.

No hay comentarios: